Con el nuevo entorno y nuevas reglas, el entorno laboral
también ha cambiado, tanto en su forma de desempeñarlo como en la creación del
mismo.
Las 5 reglas que definían el entorno de entropía en el
que nos movemos en la actualidad rigen no sólo el entorno empresarial, sino también
en el entorno profesional del trabajador. De tal forma que la regla del coste de
oportunidad, de la máxima incertidumbre, de la máxima flexibilidad, del esfuerzo óptimo
y del caleidoscopio,
son aplicables también a las personas. Como consecuencia de las mismas, el proceso
convencional de la decisión y los factores que regulaban las mismas han cambiado, en el pasado los
criterios de decisión fundamentales para elegir un nuevo proyecto profesional eran
la propuesta económica y desarrollo profesional que conllevaba, al igual que
ocurría en el caso de las organizaciones, un riesgo asumible que permitía tener
un coste de oportunidad asociado a la decisión a sabiendas que en un futuro
cercano la decisión se podría corregir. Sin embargo, en la actualidad, el coste
de oportunidad es muy elevado, la incertidumbre extrema obliga a que las
decisiones sean más arriesgadas, la flexibilidad de la persona para adaptarse a
un nuevo rol en la organización es más crítica que nunca, el esfuerzo y la
compatibilización de la vida profesional y personal debe ser más óptima que
nunca y, por supuesto, el plano de visión debe cambiar de forma drástica
buscando oportunidades hasta ahora no consideradas. En definitiva, con el nuevo
proceso de decisión y los criterios que condicionan el mismo, la seguridad pasa
a ser la primera variable a valorar a la hora de decidir un cambio de trabajo
y, por lo tanto, elegir un nuevo cambio en el horizonte profesional.Por otra parte, en el nuevo escenario va a existir una figura que cada vez va a tener más peso, y más que tendría, si el entorno político diera los medios adecuados para su existencia, que es el autoempleado empresarial. Si bien la figura del freelance existe desde hace tiempo, casi siempre se ha asociado a colaboradores temporales por servicios, sin embargo, en el autoempleo empresarial el objetivo es buscar un número de clientes (empresas) suficientes que busquen colaboradores periódicos y recurrentes y que faciliten unos ingresos estables. El objetivo de este modelo es ofrecer a las pymes especialización a través de un recurso de uso temporal pero duración ilimitada al tiempo que el empleado tiene múltiples pagadores que no compiten de forma directa entre ellos.
La situaciones de entropía son, por lo general, una cuna
de oportunidades para emprendedores, la nueva realidad ofrece la identificación
de oportunidades que pueden ser aprovechadas. El cambio de la visión,
entendiendo que el individuo debe ser capaz de crearse su propio empleo con
modelos innovadores es un factor definitivo en el éxito en esta nueva
situación.
Querido Santiago.
ResponderEliminarRecuerdo hace ya diez años, una empresa pequeña que se dedicaba a la Seguridad Informática y de Comunicaciones en mayúsculas.
Hacía unos cuantos proyectos para algún que otro gran cliente y consiguieron cosas interesantes.
Esa empresa se dedicaba a auto-emplear a quienes se acercaban a ella. Lo único que hacía falta para trabajar en equipo era conseguir pagarse el sueldo.
Este concepto poco frecuente en la mentalidad habitual de la personas en las empresas, en cambio en los departamentos de venta serios, los comerciales piensan mensualmente en pagarse el sueldo...Auto.emplearse casi casi.
Un abrazo,