martes, 16 de julio de 2013

Cambio de reglas. Cambio de normas. Cambio de Política.


Es obvio que la productividad en España a "mejorado". Muy lógico. Superados los 6 (SEIS) millones personas sin trabajo, el trabajo se hace con muchas menos personas... 

Así que el dato de la productividad en términos macroeconómicos es muy interesante aunque controvertido si valoramos más, valores cercanos a la persona...

Que el ritmo de destrucción de empleo se haya o esté reduciendo, como en alguna ocasión oímos decir a algún político español, miembro o no del gobierno, es otra obviedad... El ritmo de destrucción porcentualmente se reduce conforme se llega porcentajes del 22% de paro en España, lo cual lo quiere decir que el número de personas que pierden su trabajo se reduzca. Obvio...¿No? Además las que sufren el problema de no tener trabajo remunerado no son ni porcentajes ni números, son familias de dos o tres o cuatro o cinco o seis miembros...

Pues tan obvio como todo lo anterior es obvio que la quien hace las leyes a su antojo para perpetuarse no puede velar por los intereses del bien común.

El poder legislativo, ejecutivo y judicial en España es un enjambre de intereses políticos donde dos organizaciones con prácticas muy similares a las de la Mafia siciliana se reparten el poder en virtud del que los ciudadanos les "otorgamos" cada vez que votamos.

Un partido político y un gobierno al igual que la Mafia y una corporación tienen una estructura administrativa muy similar.

En el vértice de la pirámide un jefe.

¿Quienes nos creemos que cosas de dimensiones como las que están pasando en España no estuvieran al alcance del conocimiento de los jefes?

¿Quien se lo cree?

He trabajado en algunas multinacionales y el alguna de ellas he podido ver apellidos de altura en los consejos de administración. No pasa nada. O si, cuando son tributos al poder establecido. Si pasa cuando la corrupción que devora nuestro país alimenta a las víboras que nos sangran a todos y cada uno de los ciudadanos.

Aplastados por los impuestos y por las sanciones y obligaciones, los ciudadanos seguimos alimentando a una clase política que nos trata como esclavos y vive de nosotros y no para nosotros o por nosotros.

Tenemos una cantidad de políticos desmesurada. Casi cuatro veces mayor que Alemania.

Las reglas del juego están cambiando y parte de las cartas de la baraja están aún marcadas. Hay que regenerar la clase política del país y por qué no, "des-profesionalizar" en parte la política. No queremos políticos sino gestores de nuestro patrimonio, nuestra cultura, nuestros recursos naturales, nuestros talento, nuestras industrias, en definitiva,  nuestros intereses bien gestionados y de manera transparente.

Sinceramente creo que mientras sigamos en España como estamos, seremos todos cómplices de la corrupción de la propia democracia, haciendo que esta pase a ser, la institucionalización de la mafia.

Un abrazo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario